Estas miniaturas me han servido para dos cosas. Por un lado he ampliado mi técnica del metal no métalico, añadiendo color óxido a los tradicionales grises azulados con los que trabajaba. Por otro, y de lo que estoy más orgulloso, mi primero intento de freehand con el diseño de los escudos. Empecé realizando bocetos en papel, para luego, con una cuadrícula muy básica, trasladar los dibujos a las miniaturas. La verdad es que al final no me llevó tanto tiempo acabar los escudos y sin duda fue la parte más divertida del proceso de pintado de las minis. Desde el principio decidí también añadirle a las peanas unas rocas puntiagudas que reforzaran el ambiente agresivo y creo que el conjunto está bastante resultón.